06/07/09

El mal dormir en el “deck” de aquel ferrie, pasa factura a cualquiera y aquella mañana al llegar a El Pireo me levanté algo aturdido.

El barco atracó en puerto con dos horas de retraso, caminamos hasta el metro para ponernos dirección Atenas.

Debíamos llegar a “Larissa Station”, todo salió perfecto, y la sorpresa fue al llegar a dicha estación, lo ruin de estación de trenes de la que dispone una ciudad como Atenas. Haciendo efectivo el billete de interrail reservamos dos sitios para el tren a Tesalónica de las 09.21, dos horas de espera en la cafetería.

Los trenes griegos nos sorprendieron gratamente, ya que nos esperábamos algo bastante peor. El viaje hasta “Thessaloníki” duró seis horas, y comimos abordo una malísima hamburguesa. Lo primero que hicimos al llegar a la ciudad, fue ponernos en la estación a las interminables colas de sus taquillas, cuando el turno me llegó, le conté que nuestro objetivo era Belgrado, y la poco amigable señorita me mandó a otra taquilla (internacionales) que aún se encontraba cerrada. Salimos a las calles de Tesalónica, una ciudad fea y caótica en busca de un ciber (sin éxito) para ir mirando algún albergue. Al volver a la estación nuestra taquilla tenía una inmensa cola de espera y apenas quedaba menos de una hora para que saliese el tren. Esperando, rápidamente te das cuenta de cómo es la gente serbia y macedonia, si te despistas un solo momento se cuelan siete personas delante de ti. Cuando por fin conseguimos el billete, fuimos a comprar comida para el largo viaje y camino al andén.

Quedaban unos veinte minutos para que el tren partiese, estando en el tren montado, decidí bajar a fumar un cigarro… de repente el tren empezó a andar con mi compañera y todas mis cosas dentro! Me volví loco corriendo detrás del tren chillando para que intentara bajar! Un hombre me tranquilizó diciéndome que tan solo era un cambio de vías y que volvía enseguida…y por suerte así fue. Perdimos parte de la comida durante la “situación” y el tren salió a las 17:14 con destino Belgrado. Estuvimos parados cerca de una hora en la frontera con Macedonia, debido a un exhaustivo control de pasaportes y relleno de ficha.

Tras superarlo cierro mi día hablando en algún lugar entre Macedonia y Serbia, todavía nos quedan unas ocho horas de tren (hemos pillado chiringuito en el tren, cabina con A/C!)