16/07/09

Objetivo Londres, parece un día interesante.

Desde la misma puerta del albergue cogemos un bus y llegamos con tiempo de sobra a la estación. Casi una hora de espera hasta que el tren se decide a llegar.

Recorremos en algo más de una hora el trayecto que une Brujas con Lille, sin descanso hemos subido rápidamente a otro tren dirección Calais ya que tan solo quedaban cinco minutos para su salida. Montarte en un tren francés y te das cuenta enseguida que van un paso por delante de los demás en esto de las vías. Fugaz viaje hasta Calais.

Más  largo se nos hizo la caminata que nos pegamos desde la estación de tren hasta la terminal de los ferries. De lo malo, el billete de interrail nos permite descontar un 50% al total del precio del ferrie.

Subimos a bordo del  “Sea France” y en menos de una hora había cruzado el “Canal de la Mancha”.

Llegamos a Dover y cometimos otra vez la locura de andar desde la terminal hasta la estación central. Llegamos extenuados y corriendo por que solo faltaban cinco minutos para la salida del tren ingles. Destacar también la tecnología, velocidad y comodidad de estos trenes, ya que los dos, nos quedamos dormidos al poco tiempo de comenzar el trayecto.

Sobre las 14:00 puse el pie en una de las ciudades más importantes del mundo. Sin albergue aún, cogimos el metro hasta “Picadilly Circus” y en información preguntamos sobre la existencia de algún albergue en la zona. Nos dijeron que a la vuelta de la esquina había uno bastante grande.

Sales a esa plaza, esa plaza que te resulta tan familiar de tanto haberla visto en la tele con sus famosas pantallas de publicidad te produce una bonita sensación. Llegamos rápidamente al hostel y pese a resultarnos algo caro (también influían las libras) no tenemos más elección y aceptamos, la verdad que está muy bien y es bastante espacioso.

Dejar las cosas y comer algo rápidamente y a caminar la ciudad. Picadilly Circus, Trafalgar Square, cruzando el Támesis hasta llegar a la famosa noria (London Eye).


Nos ha dado tiempo a disfrutar del acuario, después Westminster con su Big-Ben, cruzando todo St-James Park hasta llegar a Buckingham Palace… Londres te deja sin palabras.

Volvimos tarde y cansados al albergue, teníamos ganas de salir a dar una vuelta por la noche, pero como íbamos a estar un día más lo dejamos para el día siguiente.