22/07/09

París está siendo muy placentero en cuanto a descansos nocturnos, bendito descanso para nuestros cuerpos.

En el día de hoy nos hemos dirigido directamente al Louvre. La entrada al museo se realiza por la famosa pirámide (previo cacheo). Nos hemos saltado la cola de espera  porque de 18 a 25 años la entrada era ¡gratis!

Elegimos directamente ir a la zona del museo donde está la “Mona Lisa”, pasamos el supuesto control de entradas (se puede enseñar la tarjeta del súper) y una pequeña caminata hasta el cuadro más famoso.

Siempre quise ver “La Gioconda”, dicen que es un cuadro que hay que ver, te lo imaginas enorme… pero al entrar a la sala pronto te das cuenta de que no es así. Es un cuadro más bien pequeño, no más de 90X50 y no te puedes acercar a menos de tres metros, me he llevado un pequeño fiasco.

Luego hemos visto también la otra pieza más famosa del museo “La Venus de Milo” que me ha impactado más que “el cuadro”.

Hemos disfrutado en la hora de comer comiendo frente a una fuente en los jardines tuileries. Ha sido un día caluroso y nos hemos refrescado en las “piscinas” del museo. También hemos hecho turismo de tiendas y nos hemos recorrido los campos elíseos ida y vuelta.

Sobre las 20:00 nos hemos dirigido hacia Trocadero con intención de ver la torre iluminada. Al poco de llegar ha llegado el diluvio universal y aún quedaba una hora para que la iluminasen.


Hemos hecho tiempo cenando algo en el oriental más caro de la historia. Al final faltaban cinco minutos para las 22:00 y corriendo a ver si nos lo íbamos a perder… Hemos llegado y ya estaba encendida, la sorpresa ha venido cuando la “Torre Eiffel” se ha iluminado con cientos de luces estilo discotequera.

A la vuelta al albergue me quejo airadamente del funcionamiento del metro de París en voz alta y un parisino asiente y me da la razón (con lo que ellos son…). Ultima noche interrailera, mañana toca la vuelta a casa.